"Escribir nació en la mente de Dios y a Él le gusta hacerlo. Escribió con su dedo los 10 mandamientos; escribió en su libro cómo íbamos a ser todas las personas; escribió en una pared un mensaje de juicio a un rey malvado ; inspiró a mas de 40 hombres que escribieran sus palabras; escribe sus leyes en nuestras mentes y ha escrito nuestros nombres en el libro de la vida." E.A.Por eso me encantan los libros, y hoy quiero comenzar a compartir algunas cosas muy interesantes de un libro que me encanta. Fue escrito por John Piper, el pastor de la Iglesia Bautista Bethlehem en Minneapolis, Minnesota. Su título es ¡Más Vivo que Nunca!, Qué sucede cuando nacemos de nuevo. Y aquí les muestro su portada.
John Piper me recuerda a Pablo en el libro de Romanos. Has de leerlo más de una vez si quieres que tu mente atrape todo lo que quiere decir, pero en este libro dice cosas demasiado claras a la luz de la Palabra que sé que enriquecerán tu vida y tu fe como lo ha hecho con la mía. Aquí vamos, de ahora en adelante, mientras use este libro voy a colocar en cursivas las palabras de John Piper y los versículos estarán en negritas.
El término "nacido de nuevo" se profana cuando es usado de la manera como lo usa el Grupo Barna (compañía de investigación). Y, por supuesto, ese mal uso en particular del término bíblico no es el único tipo.
El término "nacido de nuevo" ha llegado a significar para muchos simplemente que alguien o algo se ha renovado en la vida. Por tanto, un vistazo rápido a Internet demuestra que Cisco Systems, la compañía de comunicaciones, ha nacido de nuevo; y el Movimiento Ecológico ha nacido de nuevo...; la comida Kosher para los judíos ortodoxos ha nacido de nuevo; y así sucesivamente. No es de sorprenderse que tengamos que tener cuidado cuando leemos que el 45% de los estadounidenses dicen que han nacido de nuevo religiosamente.
El término "nacido de nuevo" es muy preciado y muy importante en la Biblia. Por eso, nuestra principal preocupación es saber lo que Dios quiere cuando la Biblia usa ese lenguaje, de manera que por su gracia podamos experimentarlo y ayudar a otros a que lo experimenten también. El hecho de que sepamos lo que de verdad significa nacer de nuevo tiene enormes consecuencias.
Los seguidores de Cristo necesitamos saber lo que realmente nos sucedió cuando fuimos convertidos. Es mucho más glorioso de lo que muchos de nosotros creemos...Es maravilloso, más allá de toda comprensión humana. Pero ese misterio no es porque haya poco acerca de ello en la Biblia...sino porque aun cuando comprendamos todo como podemos comprender en esta era en que "vemos por espejo, oscuramente" (1Corintios 13:12), todavía hay más.
El nuevo nacimiento no es una obra del hombre. No hay ser humano que produzca el nuevo nacimiento. No hay predicador ni escritor que pueda producirlo. Usted no puede hacer que ocurra por usted mismo. Dios lo hace. Es algo que nos sucede, no que nosotros hacemos.
Siempre llega a través de la Palabra de Dios. El apóstol Pedro lo expresó así: "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre...Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada." (1 Pedro 1:23-25). Por tanto, aunque es Dios el que engendra a sus hijos, la simiente por la cual lo hace es la palabra de Dios, el evangelio que nosotros predicamos.
Hay tres razones por las que deseo que ustedes, los que son cristianos, sepan lo que les sucedió cuando nacieron de nuevo:
1.- Cuando uno de verdad ha nacido de nuevo y crece en la gracia y el conocimiento de lo que el Señor ha hecho por uno, nuestra comunión con Él es dulce, y la seguridad de que es nuestro Padre se profundiza. Deseo eso para usted.
2.- Si sabe lo que realmente le sucedió en su nuevo nacimiento, atesorará a Dios, y a su Espíritu, y a su Hijo y a Su Palabra más que nunca. En esto, Cristo será glorificado.
3.- En el proceso en que los creyentes descubran lo que realmente les sucedió, la seriedad y la naturaleza sobrenatural de la conversión se elevarán, y eso - es mi oración- será un despertar más general de autenticidad en la Iglesia cristiana para que la hipocresía religiosa disminuya, y el mundo vea verdadero amor, sacrificio y coraje en el servicio de Cristo.
Voy a dejarlo hoy hasta aquí. Y me pregunto ¿acaso no he rogado yo en oración que esto sea una realidad en mí vida? ¿Acaso no deseo aprender a deleitarme en el Señor y tener una dulce comunión con él? ¡Sí, he derramado lágrimas anhelando sea esto realidad en mi vida. Quiero que Dios sea mi tesoro, que Su Palabra habite en mí y que mi servicio para Él sea una ofrenda por el resto de mi vida.
Me encantaría que me acompañaras a revisar este libro.
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