jueves, 25 de febrero de 2016

¿Dónde comienza?

   ¿Alguna vez te has preguntado por qué tantas veces Jesús le pidió a las personas que hicieran algo que era imposible que ellos hicieran?  ¿Sería que Jesús no sabía que ellos estaban incapacitados para hacerlo?  Veamos algunos casos.

   Juan 5.  En este capítulo se cuenta la historia de un hombre que había estado paralítico por 38 años.  Jesús viene a donde él estaba, le pregunta si quiere ser sanado y el paralítico no contesta esa pregunta.  Le comenta a Jesús de su imposibilidad de llegar al estanque. Y es entonces cuando Jesús le dice: "¡Levántate, alza tu catre y anda!  ¿Cómo podría este hombre obedecer si estaba imposibilitado por 38 años para caminar?  En el versículo 8 dice lo que pasó:  "E inmediatamente el hombre quedó sano, y alzó su catre y echó a andar..."

   Mateo 14.  Jesús se acerca a sus discípulos caminando sobre el mar y Pedro le dice a Jesús que dé la orden para que él vaya hacia Jesús sobre las aguas.  Jesús le dice "¡Ven!" ¿Acaso Pedro era capaz de hacer esto?  El versículo 29 dice: "...Y bajando de la barca, Pedro anduvo sobre las aguas y fue hacia Jesús."

   Juan 11.  Lázaro había muerto desde hacía cuatro días.  Sus hermanas dijeron que ya hedía.  Jesús va hasta la tumba, pide que quiten la piedra y entonces dijo a gran voz "¡Lázaro, ven fuera!".  Quizá esta sea uno de los casos más extremos, pero nuevamente, mira lo que el versículo 44 dice: "Y el que había muerto salió, atados los pies y manos con vendas..."

   Así hay otros casos pero creo que ya sabes por donde vengo. Jesús dio en muchas oportunidades una orden la cual debe ser cumplida a pesar de la incapacidad que el ser humano pueda tener para obedecer.  La orden es "¡Arrepentíos!"
   Jesús nunca preguntó a las personas si querían hacer lo que él mandó a hacer.  Tampoco les preguntó si eran capaces de hacerlo.  Pero lo que más me llama la atención es que Jesús nunca explicó a las personas cómo tenían que hacer para arrepentirse.  Tampoco lo hizo en los casos que mencionamos arriba.
   Entonces, si Jesús da la orden, todo lo que hay que hacer es obedecer.  Porque ciertamente él hizo algo en el paralítico de Betsaida, Pedro y Lázaro para que ellos tuvieran la capacidad de obedecer.  Entonces cuando Jesús dice "¡Arrepentíos!" él va a hacer algo para que la persona esté en capacidad de hacerlo.
   Ya este versículo lo mencionamos antes.  Hechos 17:30 nos dice que Dios manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan.  
   Cada vez que el evangelio es predicado con fidelidad, Dios está repitiendo esta orden.  Cada vez que el evangelio es predicado y se hace el llamado al arrepentimiento es el mismo Jesús volviendo a hacer lo que hizo con Lázaro.  Jesús mismo esta llamando a muertos a que vuelvan a la vida y aunque no sé cómo sucede, y aunque mi cerebro no puede alcanzar la maravilla de esta obra
de salvación, Jesús hace algo para que ese muerto pueda salir de la tumba.

   Tú y yo, debemos ser fieles al llamado de servir a Dios predicando el evangelio a nuestros alumnos.  No los invitemos a levantar sus manos y tomar la decisión de aceptar a Jesucristo como salvador ni mucho menos a repetir una oración que no sale de la  profundidad de un corazón arrepentido.  Llamemos a nuestros alumnos al arrepentimiento.

Hechos 11:18 dice "¡...de manera que también a los gentiles ha dado Dios el arrepentimiento para vida!"


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